La muerte de un escolar por consumir alucinógenos dentro de un colegio de Chincha ha desatado toda una ola de denuncias en el sector educación de la provincia.
Las aulas de otros dos colegios emblemáticos han sido escenario para que nuevamente los alumnos sean los protagonistas de hechos que ponen en crisis los valores de la educación en esta ciudad, con pocas acciones para sancionar a los directivos de cada institución donde se registran estos casos.
Las primeras investigaciones sobre el ingreso de droga al colegio Jhon F. Kennedy vinculan a una adolescente que compró esas sustancias fuera del plantel.
Pero el pase de alcaloides se había repetido semanas antes, solo que en esa oportunidad –hasta donde van las investigaciones– los alumnos de esa misma sección (5to. "J") las consumieron con frutas, hecho que hace pensar a la policía que todo estaba planeado para el segundo ingreso.
En lo que va del año se han registrado denuncias por acoso y violación dentro del colegio Andrés Avelino Cáceres. En la Fiscalía se revisa el expediente de un docente que mantenía amenazada a una alumna con difundir fotografías donde aparece desnuda.
Con este material el profesor, reincidente hasta en tres oportunidades por casos similares, se aprovechaba sexualmente de la escolar. Pese a sus antecedentes recién fue separado cuando ingresó un nuevo director a esa casa de estudio.
Un caso similar le tocó vivir a otra alumna, pero esta vez en el distrito de Sunampe, donde el docente de Historia y Geografía del colegio Simón Bolívar la llamaba persistentemente.
Los mensajes de texto que este mal profesor enviaba a la adolescente están en la comisaría de esa jurisdicción, donde se ha presentado la denuncia por coacción y acoso en agravio de R.M.L.P. (15). Lo sorprendente de este caso y que ha indignado a los padres de familia es que hasta ahora el profesor sigue enseñando dentro de la citada institución educativa.
Otro de los escándalos educativos acaba de ser denunciado por la presidenta de APAFA del emblemático colegio José Pardo y Barreda. Y es que fue ella misma quien sorprendió a dos estudiantes consumiendo alucinógenos dentro del colegio.
En este caso, los alumnos fueron separados del plantel y se tomaron medidas de seguridad con apoyo policial para que no se repita esta situación, en la que se atribuyó a comerciantes de la calle proporcionar estas sustancias a los menores.
Por estos hechos cometidos dentro de las aulas, a criterio del exdirigente del Sutep César Callao Cubillas, la sanción directa debe caer a los directores porque "son ellos los responsables de cada colegio, sin embargo la solución que adopta la directora de la Ugel es cambiar al docente acusado a otro colegio. Esto no soluciona el problema, ya que después estos profesores vuelven a incurrir en las mismas faltas contra la moralidad".
Callao Cubillas además sugiere que "se debe denunciar penalmente a los que atenten contra la educación e integridad de los alumnos".
¿TE GUSTÓ ESTA NOTICIA?