La calamitosa situación del C.E.I. N° 243 Esperanza Carrillo de Peschiera ha traído como consecuencia la disminución de la población estudiantil, sobre todo luego de la obligación mudanza a un descampado cedido por el concejo provincial en noviembre del 2007.
Esta forzada mudanza se dio porque el alma mater de la niñez chinchana perdió sus instalaciones tras el terremoto del 2007. Al transcurrir más de siete años, las aulas prefabricadas son un riesgo para los niños y docentes.
Antes del desastre natural, los pabellones del Peschiera se llenaban con la sonrisa de 650 niños, pero al ocupar el terreno del campo deportivo El Bosque, los padres ya no confiaban la educación de sus hijos allí y no por la calidad educativa, sino por estar las aulas cerca al camal municipal de Chincha y a la acequia Ñoco.
Dos factores que jugaron en contra del 243, que en la actualidad solo atenderá a un aproximado de 380 niños.
Si bien las aulas de ese entonces prestaban las condiciones para el dictado de clases, hoy, después de más de siete años, estas infraestructuras prefabricadas están cerca de colapsar con las viguetas corridas por el paso del tiempo.
Los profesores, consternados con esta situación y apoyados por los padres de familia, desde el año pasado cumplen plantones, marchas y actividades que buscan llamar la atención de la ciudadanía.
Hoy lunes se reiniciaron las clases y todo dentro del Peschiera sigue sin ser mejorado aunque con la esperanza en las gestiones del director Pablo Machado Huayanca, para que se pueda concretar la construcción del CEI N° 243, que estaría entrando al proceso de obras por impuestos. Sería una entidad bancaria la encargada de asumir esta obra, dilatada por varios años pese a que sus documentos quedaron en manos de ONIFE.
Pero mientras esto llegue, las aulas de drywall seguirán siendo el alojamiento de los niños de inicial, quienes deberán soportar la contaminación provocada por el camal y la acequia, además de la desconsideración de los vecinos aledaños que queman basura al costado.
Los docentes también esperan que en la brevedad se pueda resolver en algo las condiciones de las aulas prefabricadas.